SIQUIERA SE MURIERON LOS ABUELOS
“Hubo una Antioquia grande y altanera,
Un pueblo de hombres libres,
Una raza que odiaba las cadenas
Y en las noches de sílex,
Ahorcaba los luceros y las penas
De las cuerdas de un tiple….”
Dijo el poeta antioqueño Jorge Robledo Ortiz en
su primera estrofa del poema Siquiera Se Murieron Los Abuelos.
Son famosos los Restrepo que poblaron esta
comarca, muy especialmente los que habitaron el suroeste y de estirpe
envigadeña. Se me vienen a la cabeza varios grandes Restrepos: José Manuel
Restrepo, José Félix de Restrepo, Camilo C. Restrepo, Antonio José Restrepo,
Carlos E. Restrepo, Gonzalo Restrepo Jaramillo, Juan Gonzalo Restrepo Londoño,
Juan Guillermo Restrepo Jaramillo, Carlos Aníbal Restrepo Saldarriaga.
José Manuel Restrepo: gran historiador y
político. Compañero de Bolívar, Santander y Córdoba. Congresista y Gobernador
de Antioquia.
José Félix de Restrepo: gran profesor y
magistrado, quien no sólo enfrentó a los españoles sino al mismo Gral José
María Córdoba. Único Magistrado que se atrevió a condenar a Córdoba después de
la victoria de Ayacucho pidiendo la pena de muerte por el asesinato del
sargento Carmén Valdés.
Camilo C. Restrepo: ingeniero, gobernador de
Antioquia, Designado, y a quien se le debe junto con Gonzalo Mejía la
construcción de la carretera al mar.
Antonio José Restrepo (Ñito Restrepo):
escritor, jurisconsulto, historiador y economista. Gran orador del Partido
Liberal colombiano.
Carlos E. Restrepo: Presidente de la República
y fundador del Republicanismo. Sacó a Colombia de la crisis de la dictadura de
Rafael Reyes.
Gonzalo Restrepo Jaramillo: uno de los
fundadores de la Universidad Pontificia Bolivariana. Concejal, Diputado,
Representante, Senador, Ministro, profesor universitario, empresario y
brillante orador.
Juan Gonzalo Restrepo Londoño: abogado de la
Universidad Pontificia Bolivariana, senador, ministro, dirigente industrial y
gran impulsor de Proantioquia.
Juan Guillermo Restrepo Jaramillo: Alcalde de
Medellín, Ministro.
Carlos Aníbal Restrepo Saldarriaga: abogado de
la Universidad Pontificia Bolivariana, su empresa del alma; jurista, asesor de
importantes empresas, consejero, un cedro de Antioquia.
Todos estos Restrepos y otros más de los que
involuntariamente me he olvidado, hicieron de Antioquia una tea para Colombia.
Fueron pilares de nuestra raza que hizo decir al vate:
“Hubo una Antioquia sin genuflexiones,
Sin fondos ni declives,
Una raza con alma de bandera
Y grito de clarines,
Un pueblo que miraba las estrellas
Buscando sus raíces….”
Pero aparece el 9 de abril del 2013
Proantioquia, empujada por su Presidente del Consejo Directivo, Nicanor
Restrepo Santamaría, y le dice al Presidente Santos que “es intelectualmente
imposible que haya algún colombiano que se oponga a que el país viva en paz, salvo
aquellos que tengan intereses manifiestos en contrario” y, obviamente, como
Presidente del Consejo Directivo, incita el doctor Restrepo Santamaría al
presidente de Proantioquia a manifestarle a Santos: “Señor Presidente, siempre
habrá detractores que nunca le van a perdonar sus aciertos.”. Ambos,
refiriéndose al Presidente Uribe, y a los miles de antioqueños que rechazamos
una supuesta paz. Pero una paz deshonrosa, con impunidad, violatoria del
Estatuto de Roma; una paz surgida de la mentira y del engaño al pueblo que
eligió a otro Presidente; una paz humillante.
No, señor Restrepo: los antioqueños de bien no
queremos una paz claudicante. La paz vendrá, pero cuando se sometan a los
asesinos de los diputados del Valle, cuando se sometan a los asesinos del
Gobernador de Antioquia y de Gilberto Echeverry Mejía, cuando se sometan a los
asesinos de Bojayá, cuando se sometan a los narcotraficantes, secuestradores,
violadores, reclutadores de menores, y que han desplazado a miles de
agricultores, ganaderos y campesinos de sus tierras, y a quienes asesinaron
indefensos a los soldados y policías que mantenían secuestrados.
No se puede hacer una paz a cualquier precio.
Su odio, señor Restrepo, al Presidente Uribe, está cabresteando a Antioquia, a
través de Proantioquia, por los caminos de herradura de la ignominia.
Antioquia no quiere ya su liderazgo. Su tiempo
pasó. Deje el espacio a las nuevas generaciones de antioqueños para hacer
nuevos apellidos, porque esa forma de dirigir una entidad tan respetable como
Proantioquia nos hace gritar a toda voz, repitiendo nuevamente a Jorge Robledo
Ortiz, y me refiero a todo ese ilustre linaje de Restrepos que alguna vez dio
lustre a Antioquia:
“…Siquiera se murieron los abuelos,
Sin ver como se mellan los perfiles.”
“…Siquiera se murieron los abuelos,
Sin ver como afemina la molicie.”
“…Siquiera se murieron los abuelos,
Sin sospechar el vergonzoso eclipse.”
“Siquiera se murieron los abuelos,
Sin la sensualidad de los cojines.”
JULIO ENRIQUE GONZALEZ VILLA
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