domingo, 17 de diciembre de 2017

RESTREPOS

SIQUIERA SE MURIERON LOS ABUELOS

“Hubo una Antioquia grande y altanera,
Un pueblo de hombres libres,
Una raza que odiaba las cadenas
Y en las noches de sílex,
Ahorcaba los luceros y las penas
De las cuerdas de un tiple….”
Dijo el poeta antioqueño Jorge Robledo Ortiz en su primera estrofa del poema Siquiera Se Murieron Los Abuelos.
Son famosos los Restrepo que poblaron esta comarca, muy especialmente los que habitaron el suroeste y de estirpe envigadeña. Se me vienen a la cabeza varios grandes Restrepos: José Manuel Restrepo, José Félix de Restrepo, Camilo C. Restrepo, Antonio José Restrepo, Carlos E. Restrepo, Gonzalo Restrepo Jaramillo, Juan Gonzalo Restrepo Londoño, Juan Guillermo Restrepo Jaramillo, Carlos Aníbal Restrepo Saldarriaga.
José Manuel Restrepo: gran historiador y político. Compañero de Bolívar, Santander y Córdoba. Congresista y Gobernador de Antioquia.
José Félix de Restrepo: gran profesor y magistrado, quien no sólo enfrentó a los españoles sino al mismo Gral José María Córdoba. Único Magistrado que se atrevió a condenar a Córdoba después de la victoria de Ayacucho pidiendo la pena de muerte por el asesinato del sargento Carmén Valdés.
Camilo C. Restrepo: ingeniero, gobernador de Antioquia, Designado, y a quien se le debe junto con Gonzalo Mejía la construcción de la carretera al mar.
Antonio José Restrepo (Ñito Restrepo): escritor, jurisconsulto, historiador y economista. Gran orador del Partido Liberal colombiano.
Carlos E. Restrepo: Presidente de la República y fundador del Republicanismo. Sacó a Colombia de la crisis de la dictadura de Rafael Reyes.
Gonzalo Restrepo Jaramillo: uno de los fundadores de la Universidad Pontificia Bolivariana. Concejal, Diputado, Representante, Senador, Ministro, profesor universitario, empresario y brillante orador.
Juan Gonzalo Restrepo Londoño: abogado de la Universidad Pontificia Bolivariana, senador, ministro, dirigente industrial y gran impulsor de Proantioquia.
Juan Guillermo Restrepo Jaramillo: Alcalde de Medellín, Ministro.
Carlos Aníbal Restrepo Saldarriaga: abogado de la Universidad Pontificia Bolivariana, su empresa del alma; jurista, asesor de importantes empresas, consejero, un cedro de Antioquia.
Todos estos Restrepos y otros más de los que involuntariamente me he olvidado, hicieron de Antioquia una tea para Colombia. Fueron pilares de nuestra raza que hizo decir al vate:
“Hubo una Antioquia sin genuflexiones,
Sin fondos ni declives,
Una raza con alma de bandera
Y grito de clarines,
Un pueblo que miraba las estrellas
Buscando sus raíces….”
Pero aparece el 9 de abril del 2013 Proantioquia, empujada por su Presidente del Consejo Directivo, Nicanor Restrepo Santamaría, y le dice al Presidente Santos que “es intelectualmente imposible que haya algún colombiano que se oponga a que el país viva en paz, salvo aquellos que tengan intereses manifiestos en contrario” y, obviamente, como Presidente del Consejo Directivo, incita el doctor Restrepo Santamaría al presidente de Proantioquia a manifestarle a Santos: “Señor Presidente, siempre habrá detractores que nunca le van a perdonar sus aciertos.”. Ambos, refiriéndose al Presidente Uribe, y a los miles de antioqueños que rechazamos una supuesta paz. Pero una paz deshonrosa, con impunidad, violatoria del Estatuto de Roma; una paz surgida de la mentira y del engaño al pueblo que eligió a otro Presidente; una paz humillante.
No, señor Restrepo: los antioqueños de bien no queremos una paz claudicante. La paz vendrá, pero cuando se sometan a los asesinos de los diputados del Valle, cuando se sometan a los asesinos del Gobernador de Antioquia y de Gilberto Echeverry Mejía, cuando se sometan a los asesinos de Bojayá, cuando se sometan a los narcotraficantes, secuestradores, violadores, reclutadores de menores, y que han desplazado a miles de agricultores, ganaderos y campesinos de sus tierras, y a quienes asesinaron indefensos a los soldados y policías que mantenían secuestrados.
No se puede hacer una paz a cualquier precio. Su odio, señor Restrepo, al Presidente Uribe, está cabresteando a Antioquia, a través de Proantioquia, por los caminos de herradura de la ignominia.
Antioquia no quiere ya su liderazgo. Su tiempo pasó. Deje el espacio a las nuevas generaciones de antioqueños para hacer nuevos apellidos, porque esa forma de dirigir una entidad tan respetable como Proantioquia nos hace gritar a toda voz, repitiendo nuevamente a Jorge Robledo Ortiz, y me refiero a todo ese ilustre linaje de Restrepos que alguna vez dio lustre a Antioquia:
“…Siquiera se murieron los abuelos,
Sin ver como se mellan los perfiles.”
“…Siquiera se murieron los abuelos,
Sin ver como afemina la molicie.”
“…Siquiera se murieron los abuelos,
Sin sospechar el vergonzoso eclipse.”
“Siquiera se murieron los abuelos,
Sin la sensualidad de los cojines.”


JULIO ENRIQUE GONZALEZ VILLA

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