domingo, 17 de diciembre de 2017

LOS MATRIMONIOS GAY

LOS MATRIMONIOS GAY

En el editorial del 1 de marzo del 2013 del diario digital ForumLibertas.com, leí que el Juez español Fermín Calamita fue inhabilitado por un presunto entorpecimiento en la adopción de una niña por una pareja de lesbianas, y advirtió el editorialista que “Hay que recordar el caso de la experiencia sueca, en la que al final se han tenido que crear centros educativos para los menores de padres y madres homosexuales? Pero no porque los otros niños actuaran agresivamente contra ellos, sino porque los propios hijos de las parejas homosexuales soportaban mal el contraste con algo que ellos no tenían.”
Para nadie es ya un secreto que el Papa Francisco, cuando era Obispo de Buenos Aires (Argentina), tuvo un fuerte enfrentamiento con los Kirchner al defender aquel el concepto de familia como una unión de un hombre y una mujer, y en contra del proyecto de ley propuesto o defendido por el gobierno argentino para unir en matrimonio a las parejas gay.
Los romanos en su máxima expresión fundaron su poderío en la moral, herencia de la filosofía estoica que recibieron de Grecia. El romanista Eugene Petit afirmó de Roma que “Sus jurisconsultos encontraron en él una noción nueva: la de un derecho innato, fundado sobre la razón y superior a las leyes escritas, al jus emanado de las prescripciones del legislador.”.
La Corte Constitucional colombiana, en fallo que no la enaltece, dijo que era necesaria una "legislación integral y sistemática para que las parejas del mismo sexo se constituyan en familia" (Como lo dijo expresamente el boletín de prensa de julio 27 del 2011) e instó al Congreso a legislar porque los homosexuales tenían derecho a conformar una familia.
El Código Civil en su artículo 113, la Ley 294 de 1996 en su artículo 2, y la Ley 1361 del 2009 en su artículo 2, afirman en forma clara, explícita y sin ambigüedades de ninguna clase, que la familia es la unión de un hombre y una mujer.
El artículo 230 de la Constitución Nacional afirma en forma expresa y tajante que los jueces sólo están sujetos al imperio de la Ley. Pues el imperio de la Ley está expreso y claro en las leyes citadas. Pero lo más grave no es eso: la propia Constitución Nacional expresó en su artículo 42 qué es una familia: “La familia es el núcleo fundamental de la sociedad. Se constituye por vínculos naturales o jurídicos, por la decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad responsable de conformarla. El Estado y la sociedad garantizan la protección integral de la familia.”
Si se viola la Constitución Nacional, como lo hizo la Corte Constitucional en su fallo C 577 del 2011, al ir en contra expresa de los artículos 230 y 42 de la Carta Suprema, al hacer sofistas elucubraciones que la llevaron a concluir que el concepto de familia debía incluir también a parejas homosexuales ¿qué nos queda? Ahora entiendo con mayor claridad el descrédito de la Justicia en Colombia.
Arnold Toynbee en su Estudio de la Historia recuerda que la decadencia de Roma se debió a que “Algunos corrían tras las mujeres, otros buscaban los vicios contra natura y muchos se dedicaban a los espectáculos y a la bebida y a las extravagancias que originan.”
No va con la naturaleza humana que exista un matrimonio entre personas del mismo sexo, pues sería una unión contra natura. No se trata de menospreciar, ni de estigmatizar a quienes gusten de estar con otra persona del mismo sexo, pero tampoco se puede generar una sociedad basada en esas uniones homosexuales. Aceptar que una unión de personas del mismo sexo genere una comunidad de bienes puede ser razonable para que no haya inequidad, pero de ahí a aceptar matrimonios para que se forme una familia que pueda adoptar hijos o procrearlos con sistemas de fertilización in vitro, etc… no es aceptable desde ningún punto de vista.

JULIO ENRIQUE GONZALEZ VILLA

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