domingo, 17 de diciembre de 2017

HOMENAJE AL DR. LUIS ALFREDO RAMOS BOTERO

HOMENAJE AL DR LUIS ALFREDOR RAMOS BOTERO



La IX Conferencia Panamericana que debía reunir en Bogotá a los representantes de 22 Estados del continente americano a celebrarse desde el 30 de marzo de 1948 tenía como objeto, según Eduardo MacKenzie en su libro “Las Farc, Fracaso de un Terrorismo”, “crear un consenso político de protección del orden latinoamericano ante la ofensiva comunista internacional” (Pag 95). Esa Conferencia designa como su Presidente a Laureano Gómez y fue objeto de una conspiración comunista, asesinando al líder y conductor del Partido Liberal Jorge Eliecer Gaitán.

El 10 de abril de 1948 a la 1,20 de la mañana, el Presidente de la República, Mariano Ospina Pérez hace una declaración a la radio: “El asesinato del Dr Gaitán es imputable a los comunistas”, lo que reafirma a las 2.00 de la mañana: “Los desórdenes son una maniobra comunista.” (Eduardo Mackenzie; Las Farc, Fracaso de un Terrorismo; Pag 110)

Nuevamente el Presidente Ospina Pérez lanza el 11 de abril la siguiente proclama: “Estamos ante un movimiento de inspiración y prácticas comunistas en el cual vienen interviniendo indeseables sujetos extranjeros…El sorpresivo golpe, que parecía premeditado en todos sus detalles, para implementar en el país la revolución social con sus consecuencias de destrucción y de barbarie, característica de esta clase de movimientos, pudo consumar, durante las horas de su oscuro dominio, horrendos atentados en la capital de la República y en algunos lugares del país.” (Eduardo Mackenzie; Las Farc, Fracaso de un Terrorismo; Pag 127). Como consecuencia de todo esto, Colombia rompe relaciones diplomáticas con la URSS, a principios de mayo de 1948.

El periodista norteamericano Herbert L. Matthews, citado por Mackenzie, publica entre el 20 y el 23 de abril de 1.951, tres artículos en el New York Times, afirmando que el gobierno colombiano es “”una dictadura” y que el bandolerismo que infestaba ciertas regiones colombianas es “político” pues tenía como origen el asesinato de Gaitán”. (Eduardo Mackenzie; Las Farc, Fracaso de un Terrorismo; Pag 117)

Lo más grave, como lo documenta muy bien Eduardo Mackenzie, es que el asesinato de Gaitán fue realizado por el comunismo internacional al no querer aceptar Jorge Eliecer Gaitán dirigir un movimiento sedicioso, como dijo Jules Dubois“eligiendo así su destino. La verdadera causa de la muerte de Gaitán ustedes la conocen: era necesario transformarlo en un mártir que lleva al pueblo colombiano a alzarse y a unirse” (Eduardo Mackenzie; Las Farc, Fracaso de un Terrorismo; Pag 135)

El embajador francés en Colombia en ese momento, Jacques Lecompte-Boinet, así telegrafió a su país el 12 de abril de 1948: “Se ve bien el interés que tenían agitadores internacionales en golpear la imaginación con las destrucciones masivas en pleno centro del continente americano. Se comprende que ellos no hayan pretendido tomar el poder, ya que sabían que, minoría insignificante, no habrían podido aspirar a eso. El método empleador era el bueno: es al jefe popular a quien era necesario asesinar para levantar las masas, ya que ni la muerte violenta del presidente de la República, ni la de Laureano Gómez, ni la del general Marshall habrían verdaderamente sacudido las masas populares como lo hizo la muerte de Gaitán.” (Eduardo Mackenzie; Las Farc, Fracaso de un Terrorismo; Pag 153). De la misma manera se pronunció el embajador británico en Colombia, al declarar que la revuelta “tiene todos los elementos de una inspiración y una dirección comunista” (Obcitpag. 155)

En las elecciones de 1.950,en que triunfó Laureano Gómez, y a pesar de que éste le ofrece participación en el gobierno al Partido Liberal y reserva para éste un tercio de los escaños del congreso ante la decisión de ése partido de no participar en las elecciones, se embarca el Partido Liberal “en la organización de guerrillas contra el Gobierno”. (Eduardo Mackenzie; Las Farc, Fracaso de un Terrorismo; Pag 179). El 6 de abril de 1.952 la guerrilla embosca  cerca al Líbano (Tolima), una comisión de paz en la que iba el hijo del Presidente encargado de la República, Roberto Urdaneta Arbelaez, quien asumió la Presidencia ante los problemas de salud del Presidente titular Laureano Gómez. Mueren asesinadas 11 personas y por poco asesinan al hijo del Presidente. El ataque de la guerrilla liberal a la base de Palanquero en Puerto Salgar el 31 de diciembre de 1.952 hace que la prensa conservadora acuse a los jefes liberales Alfonso López Pumarejo y Carlos Lleras Restrepo.

Mackenzie afirma que “Desde los acontecimientos de abril de 1948 ellos (Los comunistas) habían decidido, con las fracciones más revanchistas del Partido Liberal, replegarse a ciertas regiones rurales para crear núcleos de resistencia armada de base campesina y crear zonas “liberadas”. En Bogotá, los dirigentes liberales, para quienes esas guerrillas eran sólo una fuerza complementaria, van a abandonarlas a su suerte cuatro años más tarde.” (Eduardo Mackenzie; Las Farc, Fracaso de un Terrorismo; Pag 181)

Es así como se gestaron las Farc: “Colombia descubre con asombro que en una extensa porción de su territorio se han constituido, tras confrontaciones sangrientas, enclaves controlados por fuerzas rebeldes, conducidas por elementos comunistas o por liberales comunicantes.”…”Este asunto será revelado por el Chicago Tribune el 20 de noviembre de 1961 y presentado como el caso de las “repúblicas independientes”.” (Eduardo Mackenzie; Las Farc, Fracaso de un Terrorismo; Pag 182)

Para el liberalismo esas guerrillas eran “milicias para hacer frente a los ataques de la Policía y de las bandas de extrema derecha. Ellos presentarán esas guerrillas como grupos de autodefensa” (Eduardo Mackenzie; Las Farc, Fracaso de un Terrorismo; Pag 185)

Con el golpe de Estado a Laureano Gómez en 1953 auspiciado por el liberalismo y el conservatismo ospinista, llega la amnistía, la entrega de armas y la reconciliación, pero algunas guerrillas siguen en pie y “degeneran en bandas de derecho común. Es la aparición de los jefes bandoleros, verdaderos sicópatas criminales, como Sangrenegra, Tarzán, Chispas, Mariachi y Desquite.”(Eduardo Mackenzie; Las Farc, Fracaso de un Terrorismo; Pag 185), y hoy Tirofijo, Jacobo Arenas, Alfonso Cano, Mono Jojoy, Joaquín Gómez, Romaña, Fabián Ramírez, Pablo Catatumbo, Timochenko, Andrés Paris, Santrich, Iván Márquez, y demás asesinos.

Estas bandas crean lo que ellos llamaron las “repúblicas independientes”: Viotá (o Tequendama) cuyo cabecilla es Víctor Merchán;Sumapaz cuyo cabecilla es Juan de la Cruz Varela; Planadas al oeste de Chaparral (Marquetalia) dirigidas por Mariachi;Rionegro (Riochiquito); Miraflores (El Pato y Guayabero) dirigida por Oscar Reyes, por Richard y por Diamante;Ariari dirigida por Plinio Murillo y el Tuerto Giraldo; Vichada dirigida por Tulio Bayer; Herrera dirigida por Peligro; San Juan de la China (sur de Caldas y el Tolima) dirigida por Chispas; Cimitarra;Aures(Caicedonia) y Urrao. (Eduardo Mackenzie; Las Farc, Fracaso de un Terrorismo; Pag 188).

Fue tan estrecha la relación entre el partido Liberal y las guerrillas que la del Sumapaz era dirigida por Juan de la Cruz Varela (alias Ruperto Montalbán o alias Cornelio García), quien era miembro de la Cámara de Representantes y diputado por el Departamento de Cundinamarca. “En octubre de 1961 El Tiempo publica un reportaje donde explica cómo opera el “jefe del comité comunista regional del Tolima y de la provincia del Alto Sumapaz”.” (Eduardo Mackenzie; Las Farc, Fracaso de un Terrorismo; Pag 189).

Aun más: en 1964 Juan de la Cruz Varela fue elegido diputado a la Cámara de Representantes por el MRL (Eduardo Mackenzie; Las Farc, Fracaso de un Terrorismo; Pag 190), movimiento fundado y dirigido por el expresidente liberal Alfonso López Michelsen. La guerrilla de Urrao también afirmaba que era del MRL; los de Cimitarra y Carare son simpatizantes del MRL y se convertirán en el ELN; Los de Planadas también simpatizantes del MRL. Este movimiento, simpatizante de la revolución cubana y el maoísmo sostenía que el Frente Nacional preparaba la construcción de una democracia restringida, que pretendía marginalizar las formaciones políticas menores, como lo expresó Mackenzie (Eduardo Mackenzie; Las Farc, Fracaso de un Terrorismo; Pag 209).

Fueron muchos los momentos en que la guerrilla liberal se transformó en autodefensas campesinas como una estrategia con el fin de no desmovilizarse ni entregar las armas (Eduardo Mackenzie; Las Farc, Fracaso de un Terrorismo; Pag 205).

Gaitán en una manifestación en la noche del 7 de febrero de 1947 había advertido a Mariano Ospina Pérez, Presidente Conservador, que “si sus esbirros no dejaban de matar liberales en provincia” el Partido Liberal reaccionaría “en legítima defensa”. (Eduardo Mackenzie; Las Farc, Fracaso de un Terrorismo; Pag 104)

El mismo día del su asesinato, Jorge Eliecer Gaitán, como abogado penalista, había defendido y vencido en un juicio en el cual se juzgaba como homicida al teniente José María Cortés, quien había ultimado a tiros al periodista Eudoro Galarza Ossa, con el argumento de que el militar había obrado “en legítima defensa del honor del ejército” (Eduardo Mackenzie; Las Farc, Fracaso de un Terrorismo; Pag 116)

Esta es la tragedia colombiana: la realidad es que hubo y hay una violencia en la que hay grupos armados que unas veces se llaman guerrillas y otras veces se llaman autodefensas. Eso es inocultable.

Lo que es vituperable es que el liberalismo, la masonería, el socialismo y el comunismo defiendan o justifiquen a las guerrillas actuales y traten de darles todas la facilidades a través de negociaciones, amnistías, indultos, para que cesen sus actividades, y el conservatismo permanezca pusilánime ante la acusación a sus propios jefes.

No vamos a discutir si es conveniente o no un proceso de paz con la guerrila en este momento, unos creemos que no lo es, otros creeran que sí; lo que sí es cierto es que hay un conflicto armado en Colombia entre grupos al margen de la Ley y que para este tipo de grupos se creó la Ley de Justicia y Paz (Ley 975 del 2005) para su desmovilización. Para nadie es un secreto que se tenían que hacer concesiones, y se hicieron pero siempre bajo las premisas de Verdad, Justicia y Reparación. Ahora, también es una verdad que tanto los llamados guerrilleros como las llamadas autodefensas son y fueron grupos en que para conseguir su fin último (El fin justifica los medios) se metieron hasta los tuétanos en el negocio de la droga.

No se entiende cómo si se escuchan los planteamientos que hacen las guerrillas de las Farc y del ELN, aunque no se esté autorizado expresamente por el gobierno, no es un delito, como lo dijo expresamente el Fiscal General de la Nación el 3 de octubre de este año; pero sí es un delito cuando el gran director del partido Conservador, el Dr. Luis Alfredo Ramos Botero escucha los planteamientos que hizo el vocero de las autodefensas. Esto es inaceptable.

El Dr Luis Alfredo Ramos Botero ha sido por el Partido Conservador: Concejal, Diputado, Secretario del Despacho, Contralor de Antioquia, Representante a la Cámara, Senador, Presidente del Congreso de la República, Alcalde, Gobernador, Ministro, Embajador, Director del Partido, y hoy es un olvidado de ese ente a quien le prestó tan importantes y connotados servicios.

No se ha percatado el Partido Conservador que la historia la han estado escribiendo los liberales, los socialistas y los comunistas, y que los actuales contextos sobre los cuales los jueces están sustentando sus decisiones se basan en esas apreciaciones, siempre subjetivas y sesgadas ideológicamente.

Me permito citar a Miguel Martínez Cuadrado cuando escribió en la Historia del Mundo dirigida por Pijoan en su artículo “Años Cruciales: 1933-1939”, cuando dijo que Adolfo Hitler implantó su dictadura personal con base esencialmente en “3. La vigilancia y mano alta sobre jueces y tribunales frenó la tendencia hacia la autonomía del poder judicial y consiguió el apoyo de la mayoría de los funcionarios del poder jurisdiccional alemán. Hitler, “supremo juez del pueblo alemán”, contó con aportaciones sustanciales, teóricas y prácticas, de numerosos juristas y jueces” (José Pijoan, Historia del Mundo, Tomo X, Salvat Editories, Barcelona, 1.969, Pag. 110)

No se entiende al otrora glorioso partido Conservador entregado hoy, comiendo a manos llenas las migajas que le tira el Partido Liberal y sus aúlicos de la mesa del presupuesto nacional.

No comprendo al otrora glorioso partido Conservador de Laureano Gómez, de Mariano Ospina Pérez, de Gilberto Alzate Avendaño, de los Leopardos (Augusto Ramírez Moreno, José Camacho Carreño, Silvio Villegas, Eliseo Arango y Joaquín Fidalgo Hermida) perdido y zozobrado porque se dejó infectar de la molicie, de la inmoralidad, del laicismo, y de la corrupción.

No concibo al Partido Conservador que abandona en las oscuras y tenebrosas noches de la politiquería a su jefe, a su Director, al Dr. Luis Alfredo Ramos Botero,  cuando la justicia se deja permear por contextos sesgados e ideologías que fueron enemigas tradicionales del Partido.

Tal vez es hora de volver a leer detenidamente al gran político conservador entre 1.930 y 1.950, a Laureano Gómez, cuando atisbó que dentro del Partido Conservador había que separar al oro de la escoria.

Si el Partido Conservador no tiene la garra que le dieron sus fundadores, si el Partido Conservador no tiene las agallas de Miguel Antonio Caro, de Mariano Ospina Rodríguez, de Carlos E. Restrepo, de Marco Fidel Suarez, de Pedro Nel Ospina, de Laureano Gómez, de Mariano Ospina Pérez, de Guillermo León Valencia, de Misael Pastrana Borrero, entre sus Presidentes, para salir a defender y a proclamar la entereza, la lealtad, la seriedad, la pulcritud, las ideas y la forma de actuar del Dr. Luis Alfredo Ramos Botero, pues aquí estamos los conservadores para hacerlo.

Por eso, se confirma lo que decía el líder Conservador que se perdió Colombia como Presidente de la República, el inolvidable Alvaro Gómez Hurtado: en Colombia “Hay más conservadores que Partido Conservador”.

No puede dejar de recordarse qué es el Partido Conservador. Uno de los más preclaros conductores del Partido Conservador, Don Miguel Antonio Caro, al preguntarse “Que conservamos los conservadores”, se respondió así mismo: “conservamos al hombre, la república, el derecho; el derecho lo es todo para el Partido Conservador, el derecho es su bandera, su principio, su fin, su regla”.

Pues ese Derecho que es todo para el conservatismo, hace agua. Es difícil creer en el Derecho y en sus operadores. No es sino ver las encuestas de Gallup donde la imagen desfavorable del poder judicial en Colombia está en el 70%.

El Dr. Luis Alfredo Ramos Botero, a quien le hacemos los conservadores, no el Partido, este merecido homenaje, en ausencia, siempre advirtió que la ideología conservadora se le debía toda al Libertador de cinco naciones, al egregio Simón Bolívar. Por ello la hoy gran Universidad Pontificia Bolivariana tiene ese nombre, porque fue fundada por los profesores y los estudiantes conservadores de la facultad de Derecho de la universidad de Antioquia cuando vieron que en un régimen liberal, el de Alfonso López Pumarejo, la libertad de cátedra estaba amenazada por el socialismo totalitarista y laicizante.

La Justicia y la opinión pública no puede olvidar jamás que el político busca con toda su inteligencia, su preparación, su dedicación, el bién común, la utilidad pública, el bienestar general, pero como nos enseñaron en la Escuela de Derecho, esta es una obligación de medio y nunca de resultado. El funcionario público puede errar, porque no es un dios, es simplemente un humano con deseo de acertar. Por eso no puede juzgarse desde el punto de vista del derecho, que es lo único que puede interesar a la Justicia, sino las intenciones del hombre, su idea de hacer el mal o el bien. Lo otro no tiene cabida.

La Justicia actual nos tiene sorprendidos y sólo nos queda hacer votos a la Divina Providencia para que la ilumine y pronto, porque tampoco es comprensible que cuando hay personas privadas de la libertad sin que haya una condena en su contra, todos los magistrados estén de viaje, sea de placer o sea de preparación. Es que cuando se llega a esos altos cargos ya no es tiempo de cursos y programas, es tiempo de juzgar.

Debo recordar este aparte del discurso de Laureano Gómez cuando se posesionó como Presidente de la República el 7 de agosto de 1.950:

“Aquí aparece como especial la colaboración de la magistratura, de quien me permito implorarla con vivas y rendidas instancias. Ciertas teorías de un sentimentalismo dañoso se han aguzado para conseguir la impunidad, olvidándose de que la benevolencia con el delincuente es impiedad atroz con la víctima y que la desproporción entre el atentado y la justa vindicta es nefasto abono del crimen. En la revitalización de las instituciones compete inmensa parte a la magistratura, porque es notorio que el vicio a que refiriéndome he venido no se detuvo en los umbrales de la Casa de la Justicia, sino penetró en ella con altanería y en el sagrado recinto de los estrados causó un perjuicio devastador. La toga de la justicia no puede deslustrarse sobreponiéndole esclavinas de insignias políticas, sin convertirse en tedioso disfraz que hace del magistrado un reo y un abusivo del servidor público. Cerrar el paso con rigor implacable a tamaña corruptela, de la que se han presentado esos infaustos, es la colaboración eminente que ahincadamente solicito del noble personal de los jueces colombianos para que la sociedad pueda reposar tranquila en la certeza de una recta administración de justicia.”

Dr. Luis Alfredo Ramos Botero, estamos absolutamente seguros de su probidad, estamos seguros de sus intenciones de acertar, estamos seguros de su moralidad, estamos seguros de que usted demostrará con creces su inocencia, y aquí estaremos esperándolo para que retorne a la arena poltica, para que retorne a la arena pol acertar, estamos seguros de su moralidad, estamos seguros de que usted demostrar, todos loítica, para que nos dirija, para que nos aconseje, y para que retomemos y rehagamos el glorioso Partido Conservador para que como el ave Fénix, renazca de sus propias cenizas, porque eso es lo que queda de él: cenizas.

Y vuelvo a Laureano Gómez quien en forma premonitoria dijo: “¡Ay del Partido Conservador si olvidando la doctrina se envenena con los personalismos! ¡Ay del Partido Conservador si rompiendo sus tradiciones y disciplinas se deja invadir por las estériles agitaciones politiqueras! ¡Ay del Partido Conservador si entrega su destino a las mentes equidistantes que sin fé ni amor al ideal, en los momentos de peligro, se repliegan al fiel de la balanza, como trinchera de quietud y de sosiego! Y Ay del Pais, Ay de la República Cristiana, Ay de la Libertad, Ay de la tranquilidad de la vida, si el Partido Conservador no sabe estar a la altura de su deber.”

Es usted merecedor Dr Luis Alfredo Ramos Botero de este sencillo pero sincero homenaje que han convocado sus amigos de la Tertulia Conservadora, y después de este oscuro panorama, no me quedaría sino decir irónicamente con el poeta Eduardo Carranza en su Soneto con una Salvedad: Salvo mi corazón, todo está bién.

Muchas Gracias,



JULIO ENRIQUE GONZALEZ VILLA

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