ANTIOQUIA Y
URABA
En
plena crisis mundial de 1.929, cuando la economía se hallaba en la más absoluta
depresión y Antioquia no era ajena en modo alguno a ello, el Gobernador de
Antioquia, Dr. Camilo C. Restrepo, manifestaba a la Asamblea Departamental “que
la carretera hacia Urabá era el camino propio al natural impulso de
colonización que anidaba en la mente de todo antioqueño, con la ventaja de que
dentro del mismo territorio mantendría más fácilmente su unidad de familia y de
costumbres.”[1]
La
carretera al mar, en medio de un océano de penurias económicas, se volvió parte
de nuestra raza, hubiese o no, forma de hacerla. Decía el Reverendo Padre Fray
Máximo de San José “en una manifestación pública el 26 de octubre de 1.929:
“Sí, el pueblo de la dura cerviz construirá la carretera al mar cuéstele lo que
le costare y salga de donde saliere el dinero, pero lo hará irrevocablemente”….
El Gobernador Dr. Restrepo dijo en algún aparte de su discurso en la misma
solemne ocasión: “Con Gonzalo Mejía y con Tobón Quintero, con el padre Arteaga
y con el padre Máximo, apóstoles de nuestra obra, gritemos “al mar”, “al mar”,
sin tregua, con fe en nuestros destinos, y al mar iremos vive Dios! Que
iremos.”[2]
Pero
no sé que está pasando con los nuevos Restrepos. Cómo es posible que estemos
aceptando que sólo se haga la doble calzada por tramos y en algunos sitios,
dizque esperando tráfico que lo exija. El tráfico vendrá, pero con la
autopista. Urabá es el futuro y el presente de Antioquia. Hay que pensar en
grande, hay que invertir para las próximas generaciones y no pensando en las
proximas elecciones.
Don
Gonzalo Mejía se refirió a los opositores de su proyecto al mar en 1929, así:
“…esos individuos que llevan siempre delante de sus ojos sapientes el
microscopio en vez del telescopio”; y Don Mariano Ospina Rodríguez “dijo expresamente en su mensaje a la cámara
provincial en 1845: “Un camino directo a las costas del mar es la empresa de
mayor importancia para esta provincia”” (Fabio Botero Gómez; Las Vías de
Comunicación y Transporte; Historia de Antioquia, pag 293).
Antioquia
no puede ser inferior a su destino, ya trazado por Gonzalo Mejía, Camilo C.
Restrepo y tantos grandes que nos
hiceron el pueblo de la dura cerviz. Urabá es nuestro y nos lo quieren hurtar.
Antioquia es montaña y costa, esa es su grandeza. Hoy, para ir a Urabá, la
gente prefiere viajar por Montería. La autopista de la Costanera es una
realidad y une a Urabá con toda la región Caribe, por cuya razón Armando
Benedetti cuando tomó posesión al Presidente Santos habló de la Región Caribe,
desde Ríohacha hasta Necoclí.
O
hacemos la autopista Medellín- Urabá, íntegra, con doble calzada, o
independicemonos definitivamente, porque estamos solos! Antioquia está para
dirigir, no para recibir migajas de la mesa del presupuesto nacional. A Urabá
hay que ir desde Cali, por Santa Fé de Antioquia, no desde la costa. Urabá es
Antioquia y Antioquia no puede permanecer impávida.
Si se
hace una vía con algún tramo en una sola calzada, así se queda! Antioquia no
puede permitir que el pacato centralismo decida su destino. Si hay algo vital
para Antioquia es Urabá. Una nación sin costa no tiene posibilidad de
permanencia. No sólo nos quitan de Bogotá 22 billones de pesos anuales sino que
nos quieren cercenar la garganta robándonos Urabá.
Señor
Federico Restrepo: usted fue designado para sacar adelante la autopista en
doble calzada a Urabá, no sea inferior a su apellido. Es su obligación como
antioqueño, y en honor a Camilo C. Restrepo, sacar adelante esa gran vía a como
dé lugar. O Antioquia se hace respetar y exige la vía a Urabá, ya, y con doble
calzada en toda su extensión, o se labra su propio camino!.
JULIO ENRIQUE GONZALEZ VILLA
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