sábado, 16 de diciembre de 2017

CARLOS ANIBAL RESTREPO SALDARRIAGA COLEGIAL EMERITO DEL COLEGIO DE ABOGADOS DE MEDELLIN

Sócrates en la República de Platón decía a Glaucón cuando trataban de formar el Estado adecuado: “Pienso que, si nuestro Estado ha sido fundado correctamente, es por completo bueno. Es forzoso que así se (replicó Glaucón). Y continúa Sócrates: Evidentemente, pues es sabio, valiente, moderado y justo”

Nada más y nada menos que las virtudes cardinales, fundamentales para que el Estado pueda existir y existir tal cual debe serlo. Y comienza Sócrates a describir cada una de esas virtudes del Estado:

“Verdaderamente sabio me parece el Estado que hemos descrito, pues es prudente. ..Y esto mismo, la prudencia, es evidentemente un conocimiento, ya que en ningún caso se obra prudentemente por ignorancia, sino por conocimiento.”

En la última sesión académica organizada por el Colegio de Abogados de Medellín para analizar las nuevas normas de descongestión judicial, en primera fila, inscrito, como asistente, en primera fila, y durante todo el tiempo, sin pestañear, estaba el Doctor Carlos Aníbal Restrepo Saldarriaga. Siempre al tanto de las últimas reformas, proyectos. Cuando la Ley estaba recién salida del horno, ya él estaba preguntando opiniones, pues ya la había estudiado. He sido testigo de la inmensa fila de colegas que acude donde el Doctor Carlos Aníbal Restrepo Saladarriaga buscando consejo para encontrar la palabra adecuada, el momento adecuado, la persona adecuada. Por qué? Por su reconocida Prudencia. Virtud platónica que sólo nace cuando se estudia y eso es lo que ha hecho el Doctor Carlos Aníbal Restrepo Saldarriaga durante toda su vida:estudiar, leer, analizar. Aún me pregunta por el último biógrafo de Franco, o por el de Moro, o por Agustín de Hipona.

Sócrates continúa dialogando con Glaucón y le dice: “Pues bien, al poder de conservación –en toda circunstancia- de la opinión correcta y legítima lo considero valentía, y así lo denomino, si no lo objetas.”

Esa valentía o fortaleza platónicas ha acompañado al Doctor Carlos Aníbal Restrepo Saldarriaga en toda su vida. Ha defendido en todos los foros y lugares lo que él ha considerado correcto sin importar quien esté presente. Aun recuerdo un suceso del que todos hablan: en Cervecería Unión S.A, cuando fue invitado el Presidente Belisario Betancur,  el Doctor Restrepo Saldarriaga, con respeto, pero sin miramientos de ninguna clase le hizo un claro, rotundo y fuerte reclamo de unas actuaciones suyas como ministro de trabajo, injustas con el sector productivo. Cuentan los testigos que el hielo nunca se rompió. Pues cuando Carlos Aníbal Restrepo Saldarriaga se ha formado una opinión, después de mucho estudio y análisis, no habrá fuerza alguna, ni humana ni divina, que lo haga cambiar de parecer, pues es una opinión correcta y legítima y la conservará y defenderá ante la misma Providencia. El es la personificación de la Fortaleza, el muro infranqueable al que acudimos todos para recostar nuestras debilidades.

Con respecto a la moderación, es decir, la templanza, Sócrates dice: “la moderación se parece a una concordancia y a una armonía…La moderación es un tipo de ordenamiento y de control de los placeres y apetitos, como cuando se dice que hay que ser dueño de sí mismo….En lo que hace a los deseos simples y mesurados, en cambio, que son guiados por la razón de acuerdo con la opinión recta y sensatamente, los hallarás en unos pocos, los que son mejores por naturaleza y también por la forma en que han sido educados”

Nunca ha dejado de probar el Doctor Carlos Aníbal Restrepo Saldarriaga los mejores placeres de la vida: bebió de los mejores vinos, degustó las mejores viandas, rió de las mejores ocurrencias, disfruta de las mejores compañías, asiste a innumerables tertulias a las que cariñosamente llama sus costureros, estudia, lee, conversa, y tiene tiempo para todo, pero por encima de todo: su centro es su familia. Esa ha sido la vida ejemplar de este jurista: una vida moderada, frugal, donde todo se puede hacer y nada se puede hacer, donde el justo medio, la virtud, como sintetiza Santo Tomas a la templanza o moderación, ha brillado durante todo este maravilloso ejercicio personal y profesional del Doctor Carlos Aníbal Restrepo Saldarriaga.

Y sobre la virtud platónica por excelencia, sobre la Justicia, Sócrates le manifiesta a Glaucón: “Lo que desde un comienzo hemos establecido que debía hacerse en toda circunstancia, cuando fundamos el Estado, fue la Justicia…Pues establecimos, si mal no recuerdo, y varias veces lo hemos repetido, que cada uno debía ocuparse de una sola cosa de cuantas conciernen al Estado, aquella para la cual la naturaleza lo hubiera dotado mejor…Y que la justicia consistía en hacer lo que es propio de uno, sin dispersarse en muchas tareas…En tal caso, mi amigo, parece que la justicia ha de consistir en hacer lo que corresponde a cada uno, del modo adecuado….Opino que lo que resta en el Estado, tras haber examinado la moderación, la valentía y la sabiduría, es lo que, con su presencia, confiere a todas esas cualidades la capacidad de nacer y –una vez nacidas- les permite su conservación. Y ya dijimos que, después de que halláramos aquellas tres, la justicia sería lo que restara de esas cuatro cualidades.”

Si hay algo que tiene que resplandecer en el cenit de la carrera profesional de un abogado es el amor a la Justicia, supremo bien y valor esencial que tiene que brillar en el ejercicio del derecho, bellísima profesión a la que ha dedicado su vida con todo el decoro el Doctor Carlos Aníbal Restrepo Saldarriaga.

A pesar de que dirigió con altura importantes empresas, como COMFAMA, que ejerció la majestad de la justicia como Juez, que dirigió los asuntos jurídicos en el Seguro Social, en Cervecería Unión, en Nacional de Chocolates, en el Grupo Mundial, que ejerció la política como dirigente del Partido Conservador y como servidor público fue Secretario de Despacho de la Alcaldía de Medellín, su pasión ha sido y es el ejercicio de la profesión liberal de abogado, pasión que nos congrega a todos, y que nos obliga a brindarle este modesto pero justo y merecido homenaje, pues usted, como los dijo Sócrates ha ejercido y ejerce su profesión de abogado del modo adecuado, es decir, del modo justo.

Usted es y ha sido un verdadero guardián del Estado como lo quería Platón.

Doctor Carlos Aníbal Restrepo Saldarriaga: gracias por su presencia, gracias por su ejemplo, gracias por sus consejos, gracias por su donosura en el ejercicio de la profesión, gracias por mostrarnos que, parodiando a Robledo Ortiz,  aún hay una Antioquia sin genuflexiones, sin fondos ni declives, una raza con alma de bandera y grito de clarines, un pueblo que mira a las estrellas buscando sus raíces, una raza en que las hachas son blasones de la estirpe, una tierra de granos y de espigas, de cantos y repiques, de azules madrugadas y de tardes apacibles y en la que el corazón de Cristo llena el corazón de los humildes.


Muchas gracias Doctor Carlos Aníbal.

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